Debido a numerosos factores, como las diferencias filosóficas, culturales y lingüísticas, y también a la distorsión semántica derivada de la lectura de traducciones de los textos originales, es fácil que los occidentales malentiendan los principios y la práctica de la medicina china. Stephan Palos, que ha estudiado el tema con mayor profundidad, afirma lo siguiente:
"Todo el mundo conoce los logros de la cultura china antigua. [...] La gran experiencia en el arte de la curación, acumulada a lo largo de miles de años, le ha permitido obtener resultados notables también en ese campo, y la ciencia médica moderna reconoce cada vez más su importancia. [...] Hasta la última década, no se habían conseguido textos médicos modernos escritos en chino [...] con frecuencia existen grandes discrepancias entre las fuentes chinas y las occidentales. Los libros occidentales a menudo contienen deducciones u opiniones personales que suelen representar una revaloración, más que una interpretación, del arte tradicional chino de la curación"
Una forma razonable de conocer la medicina china y, espero, de obtener de ella algunos beneficios, consiste en consultar a los propios maestros chinos, sobre todo a los que son capaces de explicar los conceptos médicos utilizando un vocabulario y una imágenes que los lectores occidentales puedan comprender fácilmente.
Conviene recordar al lector que no conozca la materia y que considere que la medicina china es curanderismo supersticioso que, si bien el sistema médico chino no es el más antiguo, sí que es el que más ha durado, sin interrupciones, y que durante milenios ha servido a la población más numerosa del mundo, que ha disfrutado de un nivel de civilización muy elevado. Los chinos curaron las enfermedades contagiosas mucho antes que en Occidente se descubrieran los antibióticos, que llevaron a cabo con eficacia grandes operaciones quirúrgicas antes de que gran parte de Europa y la totalidad de América y Australia figuraran en el mapa, y que trataron con éxito las enfermedades psiquiátricas mucho antes que los occidentales pensaran que las provocaban los espíritus malignos. También verá que muchos descubrimientos médicos acogidos en Occidente como notables avances ya se conocían en China, a menudo unos cuantos siglos antes.
También cabe destacar que, a lo largo de su larga historia. la medicina china se ha distinguido por estar al margen del control de una clase sacerdotal. Muchos chinos han buscado la ayuda de la divinidad en cuestiones médicas (y lo siguen haciendo), pero esta práctica pertenece al terreno de la religión y el misticismo más que al de la medicina china. De hecho, si dijéramos que la medicina china era supersticiosa porque en la antigua dinastía Shang (siglos XVIII al XII AEC) la gente consultaba a los oráculos acerca de sus enfermedades, lo mismo y más se podría decir de la medicina occidental, cuyos métodos terapéuticos habituales, durante la Edad Media, comprendían las oraciones, el arrependimiento yla invocación o, en el mejor de los casos, las sangrías y las ventosas para eliminar la sangre mala, incluso hasta el siglo XIX.
Hemos de tener cuidado si calificamos de supersticiosos a los antiguos chinos, o a los antiguos egipcios, mesopotámicos, indios, griegos o romanos, porque bien podría ser que los ignorantes resultáramos ser nosotros, ya que los últimos descubrimientos en física, psicología y otras ciencias sugieren que la adivinación y otras prácticas metafísicas de estos pueblos antiguos en realidad eran medios para acceder a niveles más profundos de sabiduría intuitiva. Deberíamos recordar que esas personas de la antigüedad que consultaban oráculos no solían ser personas comunes, sino los poderosos, como generales y emperadores, que siempre estaban asesorados por los hombres más sabios de su tiempo.
Otra característica única de la historia de la medicina china es la coherencia de su concepción fundamental a lo largo de los siglos. Aunque parezca sorprendente, no se han producido cambios drásticos ni revolucionarios en los aspectos filosóficos, patológicos ni terapéuticos de la medicina china desde la antigüedad hasta ahora. Mientras que las nociones de las enfermedades causadas por microorganismos y de la quimioterapia que están vigentes en este siglo son completamente diferentes de las nociones de los humores y de las sangrías y las ventosas de la fase primitiva de la medicina occidental, los principios del yin y yang y los distintos métodos terapéuticos de los chinos se aplican en la actualidad de una forma similar a la de antaño. Pero esto no significa que la medicina china no haya progresado, ni que su concepción de la enfermedad esté estancada. Por el contrario, el progreso médico yla evolución conceptual han sido notables, y muchos descubrimientos y teorías están muy adelantados con respecto a Occidente.
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