Cuando vemos o comemos galletas de la fortuna como postre en cualquier restaurante chino, nunca se nos ocurriría pensar que su origen está fuera de China, pero la verdad es que su procedencia es muy discutida y se la disputan en varios lugares en el mundo. Si su origen no es chino, ¿cuál es entonces?
Las primeras ciudades que discuten entre sí la creación de las famosas galletas de la suerte son San Francisco y Los Ángeles. Cuenta la historia que el diseñador nipón Makoto Hagiwara del Jardín Japonés del Té del Golden Gate, en la ciudad de San Francisco, fue el creador de la receta de estas famosas galletas en el año 1909. Pero también hay evidencias que contradicen lo antes mencionado.
Se dice que en el año 1918, David Jung, fundador de la compañía de fideos chinos Hong Kong Noodle Company en la ciudad de Los Ángeles, fue inventor de esta receta. Para aclarar este asunto, la Corte para la Revisión Histórica (Court of Historical Review) en el año 1983 falló a favor de la ciudad de San Francisco, pero lo cierto es que hasta el día de hoy el debate queda abierto.
Incluso existe una tercera teoría. Actualmente una investigadora en Japón cree poder explicar cómo esta galleta llegó a los restaurantes chinos de EE.UU. La investigadora Yasuko Nakamachi afirma que las galletas de la fortuna son originarias de Japón. Su afirmación se basa en que en una centenaria panadería familiar del país, cerca de un templo en las afueras de Kioto, era costumbre hacer a mano galletas saladas oscuras de la misma forma que las famosas galletas de la fortuna. Además asegura haber encontrado fuertes referencias a las galletas en la literatura y la historia japonesa, incluyendo como evidencia un grabado de 1878 de un hombre que las está fabricando en una panadería, décadas antes de los primeros reportes de las galletas de la fortuna de EE.UU. Nakamachi además encontró muchas otras piezas convincentes, entre ella una ilustración de un libro de cuentos del siglo XIX. En Japón estas galletas son llamadas de varias formas diferentes, tsujiura senbei“galletas saladas de la fortuna”, omikuji senbei “galletas saladas de la fortuna escrita”, y suzu senbei “galletas saladas campana.”
Otra teoría de algunos historiadores asegura que la inspiración para la creación de esta galleta sí proviene de China, según las fuentes del siglo XIV. Cuenta la historia que los soldados chinos, al querer invadir a los mongoles, las utilizaban para escribir mensajes con instrucciones específicas en papel de arroz y esconderlas dentro de tartas de pasta de semillas de loto. Esto ayudó al levantamiento de los chinos contra los mongoles y el inicio de la Dinastía Ming. Existen muchas teorías que explican el origen de esta misteriosa galleta, pero lo cierto es que todavía sigue siendo materia de discusión y un misterio.
Lo mas intrigante es que si estas galletas realmente tienen como lugar de nacimiento a Japón o China, ¿porqué son un pilar de los restaurantes chinos de Estados Unidos? Una de las posibles respuestas a este enigma es que las fábricas chinas empezaron a producir esta galleta luego de la Segunda Guerra Mundial, cuando las panaderías japonesas se vieron forzadas a cerrar. También se sabe que los postres no eran tradicionalmente la mejor parte de la cocina china, y las galletas de fortuna daban un toque familiar con un toque exótico. Las primeras galletas de la fortuna presentaban refranes bíblicos, enseñanzas de Confucio, o dichos políticos como, por ejemplo, de Benjamin Franklin. Más tarde las galletas empezaron a incluir números de lotería, recomendaciones, bromas incluso frases absurdas.
Hoy en día se producen unas tres mil millones de galletas de la fortuna cada año, casi todas en Estados Unidos. Y se las puede encontrar en restaurantes chinos de todas partes del mundo como México, Gran Bretaña, Italia, Francia y Puerto Rico. Pero lo más sorprendente de la historia es que si uno viaja al continente chino, puede darse cuenta fácilmente que los chinos del país no reconocen esta famosa y globalizada galleta, como si nunca la hubieran visto. Incluso turistas chinos que visitan Estados Unidos u otros países quedan perplejos ante este postre supuestamente chino. Y lo más sorprendente es que en China estas galletas están totalmente ausentes a la hora del postre
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