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martes, 21 de julio de 2009

Lo que no te han contado sobre la campaña para el boicot de los juegos olímpicos, las manifestaciones en el Tibet. El Dalai Lama y la CIA

Alfredo Embid

La India acepta al Dalai Lama y a sus exiliados a cambio de ayuda USA para fabricar la bomba atómica.

Tras el fracaso de la revuelta, el Dalai Lama y la elite de su teocracia feudal huyeron hacia Nepal e India donde fueron bien instalados en Dharamsala y viven confortablemente como “gobierno en el exilio” desde entonces.

El agente de la CIA que organizó la fuga del Dalai-Lama del Tíbet vivió luego en Laos “en una casa decorada con una corona de orejas arrancadas de las cabezas de comunistas muertos” (108) .

¿Por qué la India dejó que el Dalai Lama se instalara en su territorio a pesar de que nunca hasta ahora reconoció a su “gobierno tibetano en el exilio”?

Según revelaciones recientes del Mayor retirado William Corson, antiguo colaborador del Presidente Eisenhower, la India negoció la instalación del Dalai Lama en su territorio, a cambio de la formación en los Estados-Unidos de 400 ingenieros nucleares (109).

Probablemente por eso se le permitió a la India no firmar el protocolo de no proliferación nuclear y seguir adelante con su programa que desembocó en la bomba atómica India, sin problemas, igual que se hizo con los aliados de Estados Unidos Pakistán e Israel.

Un ejemplo mas de 3 casos de política de doble rasero comparadas con Irán que sí ha firmado el tratado de no proliferación nuclear y cuya bomba atómica es un invento de Washington .

Las actividades subversivas de la CIA continuan.

Pero las actividades subversivas de la CIA no se detuvieron en 1959.
La CIA incluso estableció campos secretos de entrenamiento militar para tibetanos en las montañas de Camp Hale cerca de Leadville, Colorado, en EE.UU por su elevada altitud, aunque también fueron entrenados en las bases norteamericanas situadas en islas del pacífico Okinawa y Guam.

Como explica Michel Chossudovsky en un documentado artículo de Global Research (110):

“Las guerrillas tibetanas fueron entrenadas y equipadas por la CIA para la guerra de guerrillas y operaciones de sabotaje contra China comunista.
Las guerrillas entrenadas por EE.UU. realizaron regularmente ataques en el Tíbet, dirigidos a veces por mercenarios contratados por la CIA y apoyadas por aviones de la CIA. El programa original de entrenamiento terminó en diciembre de 1961, aunque el campo en Colorado parece haber permanecido abierto hasta por lo menos 1966.

La Fuerza de Tareas Tibetana de la CIA creada por Roger E McCarthy, junto al ejército de guerrilla tibetano, continuó la operación bajo el nombre de código “ST CIRCUS” para acosar a las fuerzas de ocupación chinas durante otros 15 años hasta 1974, cuando cesó la participación oficialmente reconocida.

McCarthy, quien también sirvió como jefe de la Fuerza de Tareas Tibetanas en el clímax de sus actividades desde 1959 hasta 1961, pasó posteriormente a dirigir operaciones similares en Vietnam y Laos.
A mediados de los años sesenta, la CIA cambió su estrategia de lanzar en paracaídas a guerrilleros y agentes de inteligencia dentro del Tíbet a establecer el Chusi Gangdruk, un ejército de guerrilla de unos 2.000 combatientes de etnia Khamba en bases de Nepal.

Según otras fuentes esos grupos, los khampas, llegaron a tener enrolados unos diez mil hombres que regularmente perpetraban ataques armados en el interior de China (111).

La base de Nepal fue cerrada en 1974 por presiones de Pekín.
Pero Nepal no era la única base.
Después de la Guerra de Indochina de 1962, la CIA desarrolló una estrecha relación con los servicios indios de inteligencia en el entrenamiento y en el suministro de agentes en Tíbet”(112).

Durante todos los años 60 la comunidad tibetana exiliada se embolsó secretamente 1,7 millones de dólares al año de la CIA, según documentos publicados por el Departamento de Estado en 1998.
Una vez publicado este hecho, la propia organización del Dalai Lama publicó una declaración en la que no tuvo más remedio que admitir que hubo millones de dólares de la CIA durante los años 60 para enviar escuadrones armados a Tibet (113).

Esto equivale a reconocer que la CIA y financió grupos terroristas ya que el Tibet es una provincia China, y el autodenominado “gobierno en el exilio” del Dalai Lama nunca ha sido reconocido por ningún país a pesar de las presiones de Washington.

En la actualidad, sobre todo a través de la Fundación Nacional a Favor de la Democracia NED, el Congreso de EE.UU. sigue destinando como mínimo 2 millones de dólares al año a la guarida de tibetanos en India, y más millones para “actividades democráticas” de la comunidad exiliada tibetana (114).

Pero sabemos que las actividades de Fundación Nacional a Favor de la Democracia NED son una tapadera para promover la desinformación en los medios de comunicación, financiar grupos de oposición a gobiernos legítimamente reconocidos y desestabilizar países en estrecha colaboración con la guerra sucia llevada a cabo por la CIA y otros servicios secretos como el británico y el ISI paquistaní (1).

El genocidio inventado

Aparte de que nunca hubo una “invasión china” del Tíbet, como hemos explicado. Las cifras de victimas son cuestionadas por muchos analistas “Las víctimas, en ambos bandos, de esa pequeña guerra civil fueron unas diez mil, no más de un millón como desvergonzadamente mantiene el Dalai Lama” (115, 116).

Las acusaciones de genocidio, esterilización masiva y deportaciones masivas de tibetanos hechas por las organizaciones relacionadas con el Dalai Lama y por ONGs activistas de los derechos humanos, nunca han sido justificadas por hechos.
Al contrario, mientras el Dalai Lama como su consejero y hermano más joven, Tendzin Choegyal, afirman que “más de 1,2 millones de tibetanos murieron como resultado de la ocupación china” (117, 118), el simple sentido común cuestiona estas cifras, ya que el censo oficial de 1953 (seis años antes de la revuelta), registró la población total del Tíbet como 1.274.000 (119).

Varios estudios demográficos han demostrado que la cifra había sido inventada completamente (120).

Incluso Patrick French, ex-director de la ONG ” Free Tibet “, que fue a verificarlo a Dharamsala quedó asqueado al comprobar la falsificación en los documentos. Se trataba solo de algunos miles de muertos de ambas partes en una guerra civil.

Todo esto son minucias para nuestro juez Garzón, que sigue denunciando públicamente a China por el supuesto “genocidio” cometido en Tíbet desde 1959 (121).

Jean-Luc Mélenchon denuncia que en todo el discurso sobre el supuesto genocidio “el vocabulario del Dalai Lama es inaceptable.
Para asegurarse la simpatía de las opiniones occidentales, el Dalai Lama utiliza un vocabulario que pretende establecer un paralelismo inaceptable con la Shoa (exterminio de los judíos por los nazis).
La referencia permanente a los “seis millones de tibetanos”, cifra oportunamente redondeada para sugerir el paralelismo; una referencia repugnante a una decisión de las autoridades chinas de “imponer una ’solución final’” (esta expresión, con las comillas, está en el texto inicial del discurso ante el congreso estadounidense); el uso inaceptable del concepto de “genocidio cultural” que lo aproxima al del “holocausto” que sufrió nuestro pueblo en el siglo pasado; todo eso forma parte de un conjunto que no puede haber aparecido por casualidad” (122).

El fraude del genocidio cultural

Como lo del genocidio poblacional no cuela, el Dalai Lama ahora habla de genocidio cultural: “Estas instituciones monásticas son muy pero muy importantes para la preservación de la cultura tibetana. Ahora, hay mucha restricción a esto… de hecho, es una forma de genocidio político. Es intencional… y los monjes y las monjas… ahora se ve la política en la educación, y también en los últimos años se ha intensificado” (123).

Incluso en el exilio, la dictadura religiosa del Dalai Lama sigue persiguiendo a los propios tibetanos exilados que ponen en cuestión su autoridad, como la secta tibetana de los Shugden formada por cien mil personas exiliadas en la India (124).

En 1992, durante un viaje a Londres, el Dalai-Lama fue criticado por la mayor organización budista de Gran Bretaña y acusado de ser un ” dictador sin piedad” y un “opresor de la libertad religiosa”. Todos los budistas del mundo deben seguir su ejemplo a la vista de los hechos (125).

Elisabeth Martens autora de un libro sobre la historia del budismo tibetano, subtitulado ” La compasión de los poderosos” denuncia que “China nunca provocó un genocidio étnico en el Tíbet y tampoco el genocidio cultural como se ha dicho aquí” (en Occidente).
Y recuerda que “Aunque es cierto que tienen culturas distintas, hace ya más de mil años que se codean, hasta el punto en que han acabado por mezclarse”(126).

Lo mismo sucedió en España entre musulmanes, judíos y cristianos; lo mismo sucedió en Yugoslavia entre cristianos y musulmanes; en Iraq entre las diferentes formas del islam y los judíos y cristianos que allí vivían; lo mismo sucede en Irán donde los judíos viven en paz con los musulmanes desde hace siglos (a pesar de los intentos de Israel por enfrentarlos) como hemos documentado (127).

Desde la reanexión a China la cohesión entre los diferentes grupos étnicos ha aumentado, como lo prueba el aumento de matrimonios mixtos entre chinos Han y tibetanos (128).

Esto que podría evidentemente considerarse como un beneficio para la convivencia pacífica, es justamente interpretado al revés por el Dalai Lama y sus lamas partidarios de mantener la pureza de su “raza superior”. De hecho los matrimonios mixtos y entre castas estaban prohibidos en la sociedad tibetana cuando la teocracia gobernaba.

Incluso lo han convertido en una de sus hipócritas reivindicaciones repetidas por periodistas occidentales acríticos. “La integración entre estos dos pueblos es la última arma para anular la cultura milenaria del país” (129).

El Dalai Lama esta promoviendo la depuración étnica y la guerra : “Para que los tibetanos puedan sobrevivir como pueblo, es imperativo que cesen las transferencias de población y que los colonos chinos regresen a China”.
Como lo que él entiende como el Gran Tíbet veremos que incluye un cuarto de China, en realidad esta promoviendo la balcanización del país según el modelo yugoslavo, para lo que inevitablemente es necesaria la guerra civil.

Pero no se trata de preservar “la cultura milenaria” si no los privilegios de la teocracia racista del Dalai Lama y de fomentar los conflictos étnicos.

Crear conflictos étnicos es muy rentable para el imperio según la vieja máxima del imperio romano “divide y vencerás”, cuya aplicación moderna encontramos ejemplificada en la destrucción de Yugoslavia, la supuesta guerra civil en Iraq, amén de otros conflictos en África y la ex URSS.
En este caso:
“El fin está claro: se trata de desestabilizar a China y para ello todos los medios son buenos. El más eficaz es el conflicto étnico, que se nos presenta como el de dos etnias, chinos contra tibetanos”(130).

En una visión más general, enfrentar a las etnias y a las religiones es siempre parte de la estrategia de los poderosos para romper la convivencia entre la gente y ocultar los ejemplos naturales de solidaridad que abundan en la historia.

Algunos datos del Tíbet tras su reanexión a China

No es el momento de analizar la situación del Tíbet durante y tras su reanexión a China. Solo daré algunos datos significativos de como diversos autores occidentales describen la situación tras la derrota de la rebelión instigada por la CIA.

“Los tibetanos nobles, seminobles y lamas fueron castigados obligándolos a realizar las tareas más bajas como trabajos en caminos y puentes. Fueron aún más humillados al verse obligados a limpiar la ciudad antes de la llegada de los turistas”. También tuvieron que vivir en un campo
reservado originalmente para mendigos y vagos”(131).

Se abolió el trabajo forzado, la servidumbre, la esclavitud y la tortura, la mujer fue liberada de la poligamia y la poliandria. Se abolió el sistema de servidumbre de trabajo no remunerado y muchos impuestos como los de los monasterios (con lo que la mitad de los mismos tuvieron que cerrar).
Numerosos monjes que habían sido reclutados desde niños y recluidos en las órdenes religiosas pudieron renunciar a la vida monástica, y miles lo
hicieron, especialmente los más jóvenes (132).

Se expropiaron las propiedades de la aristocracia rural y se intentó inicialmente reorganizar a los campesinos en cientos de comunas (la mayoría por cierto fracasaron). Se dieron 20 mil escrituras de tierras y ganado a los antiguos siervos y se redujo el desempleo y la mendicidad.
En 1961, cientos de miles de hectáreas propiedad de los aristócratas y
lamas habían sido distribuidas a campesinos sin tierra.
Las manadas de los nobles fueron entregadas a colectivos de pastores pobres.
Se mejoró la cría de ganado, y la agricultura con sistemas de la irrigación introduciendo variedades de vegetales y de trigo y cebada, en consecuencia la producción agrícola aumentó (133).

Se quebró el monopolio de los monasterios en materia de educación. La escolarización laica de los niños llega al 82 % y se hace en chino y tibetano, mientras que antes el analfabetismo era del 95%.
Según Elisabeth Martens que ha visitado el Tibet y escrito un libro sobre él “la practica religiosa no está reprimida. En la enseñanza, el bilingüismo es obligatorio y se practica en todas las escuelas que hemos visitado (primarias, secundarias y superiores);se han abierto institutos de tibetología, donde se imparten cursos de lengua, de medicina, de teología, de música, danza y artesanía, etc”(134).

Melvyn C. Goldstein, en la revista Foreign Office, poco susceptible de ser tachada de pro china ya que está relacionada con el Departamento de Estado de los EEUU reconoció que en 1988 el 60 a 70 % de los funcionarios eran de etnia tibetana y la práctica del bilingüismo era habitual (135).

Tibet ya no es un país aislado, como lo era durante la dominación británica y durante el periodo donde gobernó la teocracia. En los años 50 se abrió la primera autopista que conectaba a la provincia de Qinghai con Tíbet y este verano “la vía férrea más alta del mundo”, conectando al pueblo de Golmud, en Qinghai, con Lhasa, con 1.140 kilómetros de largo y que corre sobre un terreno peligroso, con permafrost (hielos permanentes) (136).

En materia de sanidad los progresos han sido claros.
La mortalidad infantil en 1998 se había reducido al 30 por mil y la esperanza de vida aumentó a 65 años.
Se construyeron hospitales y centros de salud (había un trabajador sanitario por cada 200 habitantes.)

Cuadro:

La mortalidad infantil
en 1950 del 430 por mil
en 1998 del 030 por mil

La esperanza de vida
en 1950 era de 35 años.
en 1998 era de 65 años.

Con todo, las cifras de mortalidad infantil siguen siendo son enormes. Para que te des una idea en Estados Unidos es de 7 y en Cuba de 5´3 por cada mil nacidos vivos (137).

Además, el Tibet sigue siendo una de las provincias mas atrasadas de China donde las desigualdades y el paro son importantes, como de hecho sucede en el resto del país especialmente entre el campo y a ciudad.
Es importante recordar que el Tibet estaba peor que Europa en la Edad Media, ¡aquí por lo menos teníamos ruedas!.

“La enseñanza en el Tibet no pudo arrancar hasta los años 60. Los primeros universitarios o técnicos superiores tibetanos no empezaron a trabajar más que en los años 80, 10 años más tarde que los chinos Han. Este retraso en los niveles de formación, condiciona el tipo de trabajo propuesto a unos y otros; explica que los puestos “importantes” sean ocupados sobretodo por chinos”.

Hay además un odio al islam que se remonta al siglo XX y que ha sido alimentado durante siglos por los lamas. Una pequeña parte de los chinos que residen en Tíbet (los Hui) son musulmanes, aunque los Han que son mayoritarios no lo son (138).

El proyecto separatista del gran Tibet

Los medios afirman que el Tibet está “invadido” por 2 millones de colonos.
Esto es otra mentira.

Ya antes de la reanexión en 1949 había un 1 % de la población de origen chino (fundamentalmente de la etnia Han).
Según el censo de octubre 1995, Tibet tenía 2.389.000 habitantes de los que sólo el 3,3 % era de origen chino (Han) (139).

La mitad de la población tibetana no vive en el Tíbet, sino en las provincias chinas de Yunnan, Sichuan, Ganshu, Sicuani y Qinghai sumando una población tibetana total de unos 4.593 millones de personas.
Además esto es una simplificación ya que en el Tíbet no hay solo tibetanos y chinos, hay otras etnias como ladaks, boutans, mongoles, sikkimais, kazakhs, etc (140).

El Dalai Lama está incluso presentando recientemente un demencial proyecto expansionista del Gran Tibet reivindicando estas regiones que no pertenecían al Tibet, donde viven tibetanos, con una superficie equivalente de casi a ¡un cuarto del territorio chino! (141).

“Mi deseo más ferviente, así como el del pueblo tibetano, es devolver al Tíbet su valioso papel, transformando de nuevo todo el país, es decir, el conjunto de las tres provincias de U-Tsang, Kham y Amdo, en una zona donde reinarían la estabilidad, la paz y la armonía”.

Como hay minorias étnicas tibetanas que viven también en Bután, Nepal, India etc. ¿porque no reivindicar también estos territorios siguiendo la misma lógica?

El ex-canciller alemán Helmut Schmidt criticó esta visión expansionista “El Dalai Lama en sus libros, presenta los territorios de Gansu, Qindgai, Yunnan y Sichuan, habitados por pequeñas minorías tibetanas, como partes integrantes del Tibet. Es un argumento provocador que no necesitábamos” (142).

Este Gran Tibet es una reivindicación absurda solo en apariencia, es parte de la estrategia de debilitar a China y dividirla. Un disparate que está muy acorde con la clásica estrategia USA de desestabilizar y dividir países.
El 28 octubre de 2001 el Congreso de los USA, durante la invasión de Afganistán mediante la Foreign Authorization Act aprobaba una resolución donde reconocía por primera vez “al Tíbet, incluyendo las zonas incorporadas en las provincias chinas de Sichuan, de Yunnan, de Gansu y de Qinghai, como un país ocupado, en virtud de los principios establecidos de la ley internacional “; y además reconocía que el Dalai Lama y su gobierno en el exilio, eran los auténticos representantes del Tíbet (143).

Nadie en los grandes medios de comunicación recordó que no hay ninguna legislación internacional que avale tal decisión ya que el Tíbet nunca ha sido reconocido por ningún país como nación independiente ni tampoco al gobierno del Dalai Lama. Y mucho menos que Estados Unidos, con Israel, es el campeón mundial de limpiarse el culo con todas las legislaciones internacionales (144).

Esta bomba era oportunamente lanzada en plena guerra de Afganistán, cuando la población y el congreso estaban conmovidos aún por el autoatentado del 11 S (145); como también se aprovechó para colar la Patriot Act que mandaba al garete las libertades civiles de los ciudadanos y para salirse unilateralmente del tratado de Antimisiles Balísticos ABM (al mismo tiempo que la noticia era eclipsada oportunamente por las imágenes del fraudulento video de Ben Laden 1 hora después) con el consiguiente aumento del riesgo de guerra atómica (146).

El potencial desestabilizador del Tíbet sobre China es enorme ya que muchos tibetanos viven en otras provincias chinas. Prueba de ello es que los incidentes que comenzaron en Lhasa, capital de la Región Autónoma del Tíbet, se han extendido a otras comunidades tibetanas en las provincias vecinas de Sichuan, Qinghai y Gansu y también a los países vecinos como Nepal e India.

Su santidad el Dalai Lama no tan santito

¿Es el Dalai Lama dios? o sin ir tan lejos ¿es por lo menos un santo o un sabio, “el mejor ser humano viviente”?, como dice el actor Richard Gere? (147).

Para empezar, el 13º Dalaï Lama no es tibetano, sino chino.
El Dalaï Lama nació en 1935 pero no en Tíbet, sino en la provincia de Amdo en China y ni él ni su familia hablaban tibetano (148).

La aprobación del gobierno chino de la época, el Kuomintang de Chiang Kaishek, fue necesaria para validar su elección como Dalai Lama. Fue instalado en Lhasa a los 3 años, con una escolta armada de tropas y con la participación de un ministro chino, de acuerdo con una tradición centenaria (149).

El actual Dalai Lama dios-rey de los tibetanos por ley, era dueño de todo el país y de sus habitantes. En la práctica su familia disponía de 27 fincas, 36 prados, 6.170 siervos y 102 esclavos domésticos (150).

Actualmente la familia del Dalai-Lama y varios familiares siguen controlando el poder político, económico, educacional y militar del “Gobierno en el exilio”, así como sus principales circuitos financieros.

El Dalai en su discurso fundador ante el congreso de Estados Unidos en 1987 reconoce : “…los tibetanos en el exilio ejercen plenamente sus derechos democráticos gracias a una Constitución promulgada por mí en 1963…”

Así que la “Constitución” ha sido impuesta por su santidad como él mismo reconoce.

Esta parodia del gobierno tibetano en el exilio es una burla, contiene por ejemplo una “Resolución especial”, aprobada en 1991 (151), muy democrática como verás:

“Su santidad el Dalai Lama, jefe supremo del pueblo tibetano, concede los ideales de la democracia al pueblo tibetano, incluso aunque éste no experimentó la necesidad de dichos ideales”.

Los tibetanos deben pues darle muchas gracias por regalarles la democracia que no necesitan.
Todos los tibetanos, en el Tíbet y en el exilio están, y seguirán estando, profundamente agradecidos a su santidad el Dalai Lama y renuevan el compromiso de asentar nuestra fe y nuestra lealtad en la dirección de su santidad el Dalai Lama, y de rezar fervorosamente para que permanezca siempre entre nosotros como nuestro jefe supremo espiritual y terrenal”.

Es decir, que su santidad en calidad de gran jefazo supremo lidera todos los aspectos de la vida.
Esta payasada democrática es todavía más evidente si leemos cuales son las funciones del Dalai Lama en cuanto a los poderes legislativo y ejecutivo.

Artículo 36. El poder legislativo:
“Todo el poder legislativo y la autoridad residen en la Asamblea tibetana. Las decisiones de ésta requieren la aprobación de su santidad el Dalai Lama para convertirse en leyes”.
Jean-Luc Mélenchon comenta acertadamente: “Han leído bien. Después de una fórmula categórica: “todo el poder para la Asamblea” viene encadenada una continuación de un cinismo absoluto: para que una “decisión” del Parlamento tibetano se convierta en ley, es necesario que su santidad esté de acuerdo.”

Artículo 19. El poder ejecutivo: “El poder ejecutivo de la administración tibetana corresponde a su santidad el Dalai Lama y debe ser ejercido por él, bien directamente o a través de los funcionarios que le están subordinados, conforme con las disposiciones de la presente Carta. En particular, su santidad el Dalai Lama, está facultado para ejecutar los siguiente poderes en calidad de jefe de la dirección del pueblo tibetano:
a) Aprobar y promulgar los proyectos de ley y los reglamentos prescritos por la Asamblea tibetana.
b) Promulgar las leyes y resoluciones con fuerza de ley.
c) Conceder los honores y condecoraciones.
d) Convocar, suspender, prorrogar y prolongar la Asamblea tibetana.
e) Expedir los mensajes y directrices de la Asamblea tibetana siempre que sea necesario.
f) Suspender o disolver la Asamblea tibetana.
g) Disolver el kashag (gobierno) o destituir a un kalon (ministro).
h) Decretar la urgencia y convocar reuniones especiales de gran importancia.
j) Autorizar referéndum en los casos que implican grandes cuestiones pendientes conforme a la presente Carta”.

Es decir, que su santidad tiene entre otras pequeñas prerrogativas el poder de disolver el gobierno y la asamblea cuando le de la gana.
En realidad podrían haberse ahorrado el trabajo de redactar semejante farsa y resumirla a una sola frase:
“Seguiré haciendo lo que me salga de los cojones”… o lo que me manden.

Su santidad ha dado muestras de su compasión firmando solicitudes de libertad para el asesino y dictador chileno Pinochet.

Su Santidad el Dalai Lama tiene una curiosa visión del pacifismo que predica, por ejemplo según su opinión :
La guerra en Afganistán fue una “liberación”
La guerra de Corea de 1959 fue una “semi-liberación”,
La invasión de Vietnam fue “un fracaso”(152).

Más recientemente ha apoyado con entusiasmo la guerra de la OTAN contra Yugoslavia de 1999 y, naturalmente, nunca se ha visto al Dalai Lama protestar por una sola de las guerras de agresión perpetradas por Estados Unidos o sus cómplices: Afganistán, Iraq, etc.

Cuando el año pasado algunas universidades inglesas llamaron a un boicot cultural contra Israel, como protesta contra su genocidio bien real del pueblo palestino el Dalaï-lama defendió a Israel (153).

Su Santidad se ha convertido también en paladín de los derechos humanos cuya casta siempre ha violado, y en un acérrimo defensor de los intereses imperiales.
Con tantos “méritos” no es extraño que se le pasee como un mono saltarín por todo el mundo para hablar de la Paz y sea venerado por la New Age, ambas made in USA.
En 1987 fue recibido en la comisión de “derechos humanos” del Senado norteamericano.

En 1989 se le concedió el premio Nobel “de la paz” que tiene el honor de compartir con criminales como Henry Kissinger, Menahem Beguin y Simón Peres.
En agosto de 1999 el Departamento de estado norteamericano le organizó una “tournee” por Nueva York .

La actual operación de manipulación psicológica en el Tíbet se aceleró desde octubre 2007 cuando Bush recibió formalmente al Dalai Lama en Washington y le entregó la Medalla de Oro del Congreso, lo que dicho sea de paso constituye un insulto a China.
Peter Franssen recordaba que “esta es la condecoración más importante que el Parlamento puede entregar. Su siempre sonriente santidad, pronunció un discurso donde alababa a Bush por sus esfuerzos a nivel mundial a favor de la libertad, de la democracia y de los derechos humanos y calificó a los EEUU como los “campeones de la democracia y de la libertad” (154).

El gobierno en el exilio financiado por la CIA y la NED.

El Dalai Lama y la elite que lo acompañó no viven solo de lo que robaron en el Tíbet, sino también gracias al dinero USA.

Tras escapar del Tíbet con la ayuda de la CIA, el Dalai Lama huyó a Dharamsala, India, donde tiene su guarida la aristocracia tibetana.

Documentos de la inteligencia de EEUU desclasificados y publicados en el decenio de los 90 demuestran que “durante gran parte de la década de los 60, la CIA proporcionó al movimiento tibetano en el exilio 1,7 millones de dólares al año para las operaciones anti-chinas, incluyendo un subsidio anual de 180.000 dólares para el Dalai Lama”(155).

El Dalai Lama no solo recibió este “sueldecito” de 180.000 dólares anuales, de la CIA; los servicios de inteligencia indios también lo financiaron igual que a otros exiliados tibetanos. Como era de esperar siempre se ha negado a decir si él o sus hermanos trabajaron con la CIA y naturalmente la agencia también declinó hacer cualquier todo comentario (156).

El Dalai Lama y sus aristocráticos lamas estuvieron en la nómina de la CIA desde fines de 1950 hasta 1974. Pero no te preocupes por ellos, después han seguido financiados por la fachada visible de la CIA: La Fundación Nacional por la Democracia (NED) algunas de cuyas actividades, en especial en relación con la desinformación en los medios y las destinadas a financiar grupos para subvertir gobiernos en América Central y del Sur, como hemos analizado en un anterior artículo (1).

El Dalai Lama también recibe dinero del millonario George Soros, que ahora maneja la Radio Europa Libre/Radio Libertad, creadas por la CIA, para contaminar el mundo con la propaganda USA (157).

La Fundación Nacional por la Democracia (NED) desde 1983 en el fondo hace lo mismo que la CIA creando y financiando partidos políticos, ONGs, medios de comunicación que favorezcan los intereses imperiales, dejando para ésta las operaciones más sucias. Por ejemplo mientras la NED provoca “revoluciones de terciopelo”, la CIA crea y financia grupos armados terroristas directamente mediante el dinero de la droga o, en general indirectamente, otras agencias de inteligencia como el ISI paquistaní que también se nutren del tráfico de drogas.

Sus actividades en relación con el Tíbet han sido descritas por:

Michel Chossudovsky en un detallado análisis que remite a otros artículos ya publicados en Globalresarch (158).

Y por Michael Parenti, que también describe las principales asociaciones actuales que son la pantalla de la Ned, a su vez pantalla de la CIA (159).

“La NED financia a una serie de organizaciones tibetanas tanto dentro de China como en el extranjero.

La Campaña Internacional por Tibet (ICT)

La organización más destacada por la independencia de Tíbet favorable al Dalai Lama financiada por la NED es la Campaña Internacional por Tibet (ICT), fundada en Washington en 1988.
Desde al menos 1994, la ICT ha estado recibiendo fondos del NED.
La ICT otorgó en 2005 su premio anual “Light of Truth” a Carl Gershman, fundador del NED. La junta directiva de la ICT está llena de ex funcionarios del Departamento de Estado estadounidense (160).

La ICT tiene oficinas en Washington, Amsterdam, Berlín y Bruselas. A diferencia de otras organizaciones tibetanas financiadas por la NED, la ICT tiene una relación estrecha, cómoda e “imbricada” con la NED y el Departamento de Estado de EE.UU.
Algunos de los directores de la ICT son también miembros integrantes de los círculos gobernantes “promotores de la democracia”, e incluyen a Bette Bao Lord (quien es presidenta de Freedom House [Casa de la Libertad], y directora de Freedom Forum [Foro de la Libertad]), Gare A. Smith (quien sirvió previamente como el principal vice-secretario adjunto del Buró de Democracia, Derechos Humanos y Trabajo del Departamento de Estado de EE.UU., Julia Taft (que es ex directora del NED, ex Vicesecretaria de Estado y Coordinadora Especial para Temas Tibetanos de EE.UU., ha trabajado para USAID, y también sirvió como Presidenta y directora ejecutiva de InterAction y, finalmente, Mark Handelman (quien es también director de la Coalición Nacional por los Derechos Haitianos, una organización cuyo trabajo está vinculado ideológicamente a las intervenciones de larga duración de la NED en Haití).
El consejo de asesores de la ICT también presenta a dos individuos que están estrechamente ligados a la NED, Harry Wu, y Qiang Xiao (quien es ex director ejecutivo de Derechos Humanos en China, financiada por la NED).
Como su consejo de directores, el consejo internacional de asesores de la ICT incluye a numerosos notables ‘democráticos’ como ser Vaclav Havel, Fang Lizhi (quien era en 1995 -por lo menos- miembro del consejo de Derechos Humanos en China), José Ramos-Horta (quien sirve en el consejo asesor internacional para el Proyecto de Coalición Democracia), Kerry Kennedy (quien es director del Centro Información China financiado por la NED), Vytautas Landsbergis (quien es un patrono internacional de la neoconservadora Henry Jackson Society basada en Gran Bretaña) y, hasta su reciente muerte, la “partera de los neoconservadores” Jeane J. Kirkpatrick (quien también estuvo vinculada a grupos ‘democráticos’ como Freedom House y la Fundación para la Defensa de Democracias) (161).

El 4 de agosto 2007: la ” International Campaign for Tibet ” (ICT) inició la campaña de un año contra los Juegos Olímpicos.

Estudiantes por un Tibet Libre (SFT)

Otras organizaciones para Tibet financiadas por la NED incluyen a Estudiantes por un Tibet Libre (SFT). La SFT fue fundada en 1994 en la Ciudad de Nueva York “como un proyecto del Comité Tibet de EE.UU., y de la Campaña Internacional por Tibet (ICT) financiada por la NED. La SFT es conocida sobre todo por el despliegue de una pancarta de 138 metros sobre la Gran Muralla en China; pidiendo un Tibet libre (162)
y acusando a Pekín de genocidio. También es una de las cinco organizaciones que el pasado 4 de enero proclamaron el comienzo del “alzamiento del pueblo tibetano” y fundaron, para la coordinación y financiación del mismo, una oficina provisional.

Centro Multimedia Tibet
“La NED también financia el Centro Multimedia Tibet ( Tibet Multimedia Center) para ‘difusión de información que aborda la lucha por derechos humanos y democracia en Tíbet,” también basada en Dharamsala.

Centro Tibetano por Derechos Humanos y Democracia.
Y la NED financia el Centro Tibetano por Derechos Humanos y Democracia (Tibetan Center for Human Rights and Democracy).

Laogai Research Foundation.
La Laogai Research Foundation, es una organización exenta de impuestos, cuya principal fuente de financiación es la NED.
Dirigida por Harry Wu otro destacado defensor del Dalai Lama contra Pekín. Profesor retirado de Berkeley, que estuvo prisionero en China como disidente, llegó a ser famoso por decir en 1996 en una entrevista para Playboy, que había grabado en vídeo cómo le extirpaban los riñones a un prisionero vivo y luego lo mataban y que este vídeo había sido transmitido por la BBC.
Ningún vídeo de la BBC muestra nada de eso,
pero ¿quién se molestaría en comprobarlo? (163).

Otros

Además de la ingerencia en los medios de comunicación de masas, entre los proyectos relacionados con el Tibet y el NED también figuran algunos especialmente destacables:

El periódico The Tibet Times - dedicado a la difusión de información relacionada con “la lucha por los derechos humanos y la democracia en el Tíbet”, con sede en Dharamsala, India.

Radio Tibet ” Voice of Tibet ” dedicado a lo mismo. Esponsorizada por los EEUU igual que ” Radio Free Asia “. Karma Yeshi, su redactor en jefe fue uno de los formadores en un seminario intensivo para formar 40 personas que se realizó del 15 al 17 de Febrero 2008 en el marco del TPUM en Dharamsala. Uno de los libros de texto de este seminario era un manual de la CIA para derrocar gobiernos.

TPUM (Tibetan People’s Uprising Movement).
El último engendro de asociaciones pro Tibet ha aparecido el 4 de enero 2008 : es la fundación para el levantamiento del pueblo tibetano : TPUM (Tibetan People’s Uprising Movement), es decir es una organización para expulsar al gobierno Chino de una provincia China y promover la separación de otras provincias de China donde hay tibetanos.
Esta asociación tiene la particularidad de incluir a las diversas facciones del llamado autodenominado gobierno tibetano en el exilio : NDP (New Democratic Party), TYC (Tibetan Youth Congres), TWA (Tibetan Women Association) y el movimiento de los estudiantes tibetanos exilados (164).

Todas estas asociaciones confluyeron el año pasado con Reporteros sin Fronteras para organizar la actual campaña contra los Juegos Olímpicos y las manifestaciones en curso que han desembocado en los disturbios y los asesinatos de Marzo.
Del 11 al 14 mayo 2007: en Bruselas hubo una reunión internacional, de asociaciones para la independencia del Tibet (¡participaron 181! asociaciones) donde se acordó el plan que ha llevado a los disturbios recientes de Lassa aprovechando los Juegos Olímpicos. El 26 de mayo 2007 en Turin se precisaron puntos estratégicos de la campaña en una reunión de los movimientos europeos para la independencia del Tibet como la marcha del 10 de Marzo 2008 desde la India al Tibet y manifestaciones simultaneas en Europa.
Ya en agosto 2007 se produjeron varias manifestaciones en EE UU, Canada y Paises - Bajos. Por ejemplo el 20 de agosto 2007: 170 miembros y simpatizantes del ” Tibetan Youth Congres ” (TYC) se manifestaron ante la embajada de China en Bruselas con la consigna: ” boycott de los Juegos Olimpicos “.
El 22 de enero su santidad hizo un llamamiento a hacer manifestaciones antes de los Juegos Olímpicos en la cadena de Tv inglesa ITV. (164)

El caso de Amnistía internacional.

Entre las estrategias del mencionado seminario del 15 al 17 de Febrero 2008 en el marco del TPUM (Tibetan People’s Uprising Movement).
en Dharamsala además de apoyar naturalmente Reporteros Sin Fronteras en su infame campaña, figuraba un punto que era : Llevar a Amnistía Internacional (Amnesty International) a publicar un nuevo informe sobre los ” Derechos del hombre en China frente a los Juegos Olimpicos ” donde se estipula que los “oponentes son detenidos e interrogados” (164). Algo no muy difícil de conseguir recordando la evidente tendencia de la organización a utilizar doble rasero como es ejemplar en el caso de Cuba (165).
Revisando sus noticias lo primero que salta a la vista es que Amnistía Internacional no se molesta en citar sus fuentes. Se limita a decir “Según informes …” una actitud impresentable desde el punto de vista de la ética profesional. Pero que tendrá la ventaja de que quienes citen esas noticias utilizarán como fuente a AI y de ese modo la información no documentada se seguirá retroalimentando circularmente a sí misma aumentando la desinformación.
Pero por lo menos en dos ocasiones ha reconocido que sus fuentes eran “información publicada por el Centro Tibetano de Derechos Humanos y Democracia (TCHRD). ” sin el menor pudor. Es decir un centro financiado por la NED (cabeza visible de la CIA) como hemos documentado anteriormente .
Viendo como Amnistía Internacional ha cubierto el tema del Tibet desde los incidentes de Marzo podemos concluir que la organización ha aceptado seguir el camino de Reporteros sin fronteras.

Así que, como ves el Dalai Lama y sus secuaces tienen buenos motivos para no morder la mano que les alimenta y para tener el cinismo de presentarse como defensor de los derechos humanos que no respetaron cando estaban en el poder.

El Dalai Lama dijo (y sigue diciéndolo) en el Congreso de Estados Unidos en Washington el 21 de septiembre de 1987:

“Mientras continúa la ocupación militar del Tíbet por China, el mundo debe tener presente en su mente que, aunque los tibetanos hayan perdido su libertad, desde el punto de vista del derecho internacional el Tíbet sigue siendo actualmente un estado independiente sometido a una ocupación ilegal”. “Liberado de la ocupación china, el Tíbet seguiría cumpliendo su papel natural de ‘Estado-tampón’, preservando y favoreciendo la paz en Asia”.

Su santidad sigue mintiendo porque el Tíbet no es, ni ha sido nunca, un Estado independiente como hemos documentado anteriormente. Y por lo tanto miente porque el Tíbet no está sometido a ninguna ocupación. Miente porque los tibetanos no eran libres cuando padecían su gobierno teocrático y esclavista que era el paraíso del terror como hemos visto. Miente porque el Tíbet nunca ha preservado la paz, sino que desde principios del siglo XX baila al son de los anglos y sobre todo porque sus reivindicaciones racistas del Gran Tíbet y de la limpieza étnica no favorecen la paz si no la guerra.

Collage Boletín armas contra las guerras nº 189 .


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