Shanghai, Ansa
Los chinos se preparan para festejar el domingo el comienzo del Año del Tigre, que según la superstición corriente será signado por pocos nacimientos de mujeres, porque se considera que las niñas tigre son “demasiado fuertes”.
Mientras tanto, a la fuerte tradición de permanecer en familia se está sumando cada vez más la de usar los días de fiesta -durante al menos una semana escuelas, oficinas públicas y bancos permanecen cerrados- para viajar y conocer otros países.
Según una investigación de la Universidad de Tsinghua y la China Tourism Academy, publicada en el diario Global Times, más de un tercio de los chinos que viven en las ciudades se preparan para viajar por turismo, sumándose a otros millones que volverán a sus pueblos natales.
Según la China Youth Travel Service, una de las principales agencias de viaje chinas, respecto del año pasado el mercado de los viajes al exterior aumentó 40 por ciento, y 20 por ciento los viajes dentro del país.
El destino extranjero preferido actualmente es Estados Unidos, con un incremento de 200 por ciento, seguido de Singapur, Malasia, Tailandia, Japón y Australia. En el interior, la demanda generó incluso un mercado de reventa ilegal de pasajes, descubierto recientemente.
Finalmente hay fieles a la tradición, en general de la vieja generación, para quienes Año Nuevo significa quedarse en casa mirando las más de cinco horas de gala televisiva rituales desde 1983, consumiendo todos juntos una abundante comida. Viajes aparte, según la superstición en el Año del Tigre habrá poquísimos matrimonios y pocos nacimientos, sobre todo de hijas mujeres.
Según la creencia china, las niñas nacidas en el Año del Tigre están destinadas a llevar mala suerte a sus familias. “Se cree -explicó al China Daily el profesor Xiao Fang de la Universidad de Pekín- que las niñas tigre son demasiado fuertes, y pueden causar problemas a sus familias”. En el precedente Año del Tigre, 1998, se registró el segundo peor nivel de nacimientos desde 1996 a 2007.
Aunque muchos no creen en estas tradiciones, y para muchos jóvenes son superadas y ridículas, todavía numerosas parejas prefieren respetarlas. Además, según las creencias chinas, 2010 tampoco será bueno para los matrimonios: muchos consideran que si una pareja se casa, sobre todo en ciertos días, el marido o la mujer morirán jóvenes.
Pero las supersticiones están lejos de tener consecuencias sólo puertas adentro: con el derrumbe del número de matrimonios en China cae también la demanda y el precio del oro.
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