INTRODUCE EL CÓDIGO "VIAJESACHINA" PARA OBTENER TU CHIP GRATIS

viernes, 22 de octubre de 2010

Una historia sobre el Ginseng

El ginseng silvestre se encuentra en el noreste de China. La remota Montaña Changbai en la provincia de Jilin es especialmente conocida por el cultivo de raíces de ginseng silvestre que tiene cientos o incluso miles de años. Pero la leyenda dice que la verdadera ciudad natal del ginseng es Shandong, y no el noreste de China. Esta es la historia

La Gran Época

Hace mucho, mucho tiempo atrás había un templo llamado Yunmeng sobre la Montaña Yunmeng de Shandong. Había dos monjes en el templo, un maestro y un discípulo. El maestro nunca estaba de ánimo para leer las escrituras budistas o trabajar en el campo. Trataba a su joven discípulo muy cruelmente, y el joven monje se volvió pálido y parecía muy débil.

Un día, el monje viejo salió del templo y dejó al joven discípulo trabajando solo en el templo. De repente apareció un niño con un babero rojo. Nadie sabía de dónde era. Él ayudó al monje joven a trabajar. A partir de entonces, cada vez que el monje viejo se iba, el niño venía a ayudar al monje joven en el trabajo del templo. Ni bien el anciano regresaba, el niño desaparecía.

Con el paso del tiempo, el monje viejo se dio cuenta de que su discípulo se veía rubicundo y parecía capaz de terminar cada trabajo que se le asignaba. El monje viejo estaba desconcertado y pensó que era algo muy extraño. Llamó a su discípulo y lo interrogó sobre lo que estaba pasando. A regañadientes, el joven monje le dijo la verdad. El monje viejo pensó, “Hay pocas personas viviendo en la montaña, así que ¿de dónde viene el niño con el babero rojo? Él debe ser el legendario ‘palo de hierba’ (ginseng)”. Por lo tanto, tomó un hilo rojo de su maleta, lo enhebró en una aguja, y se lo dio al monje joven. Le ordenó meter la aguja en el babero rojo si el niño aparecía de nuevo.

Al día siguiente, el monje viejo se fue. El joven monje quería decirle al niño lo que había sucedido, pero estaba demasiado asustado. Finalmente, clavó la aguja en el babero del niño cuando éste se apresuraba por regresar a casa. Temprano en la mañana del día siguiente, el monje viejo encerró a su discípulo en el templo, y luego tomó su pico y siguió el hilo hasta un viejo pino rojo. Allí encontró un palo de hierba. Estaba muy excitado por su descubrimiento. Levantó el pico para desenterrar al niño de ginseng (los ginseng muy viejos tienen la forma de un niño).

El monje viejo llevó al niño de ginseng al templo y lo puso en una olla con agua. Luego le colocó una tapa y puso una piedra encima. Llamó a su discípulo para que encendiera el fuego y la cocinara. Desafortunadamente, tuvo que salir por un asunto urgente que no pudo rechazar. Antes de irse, le dijo seriamente al monje joven: “No te permito abrir la tapa antes de que yo vuelva”. Después de que el monje viejo se fue, la olla comenzó a emitir un fantástico aroma. Al monje joven lo dominó la curiosidad. Ignoró las instrucciones de su maestro, quitó la piedra, y levantó la tapa de la olla. El aroma era tan bueno que tomó un pedazo de la rama para probarla. ¡Era tan dulce y jugosa! Así que, olvidándose de todo, el monje joven se comió todo el ginseng y la sopa. Justo en ese momento, el monje viejo volvió a las apuradas. El discípulo estaba tan ansioso que corrió hacia el templo. De repente sintió que sus piernas se aligeraban, y voló hacia el cielo. Cuando el monje viejo vio esa escena, supo que su discípulo se había comido todo el ginseng. Se puso muy triste.

En realidad, el niño con el babero rojo era una raíz de ginseng. Era uno de los dos brotes de ginseng que vivían bajo el viejo pino rojo. Ya que el monje viejo tomó sólo uno, el que quedó lloraba de soledad. El viejo pino rojo dijo, “Buen niño, no llores. Te llevaré al noreste de China, donde hay poca gente. Allí podré protegerte para siempre”. El ginseng dejó de llorar, siguió al viejo pino y salieron volando. Se establecieron en la Montaña Changbai al noreste de China. Desde entonces, no hubo más ginseng en el interior de China. En cambio, las raíces de ginseng de la Montaña Changbai se volvieron más y más abundantes.

Para recibir mas articulos como este,
Subscribete gratis a Publicalpha por Email


Para: Publicalpha.com


¿Quieres recibir más artículos como éste en tu email? Subscríbete...es gratis!
Para saber más acerca de nuestras opciones de viajes a China, entra AQUÍ



1 comentario:

Anónimo dijo...

hace poco me entere que existe una especie roja y una negra y otra coreana de Ginseng... ahora entiendo la cancion de juanes...

Seguidores