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jueves, 17 de febrero de 2011

La leyenda de la Torre de la Grulla amarilla

Muchos poetas como Cui Hao y Li Bai, han escrito famosos poemas sobre la Torre

Por Deng Qi - La Gran Época

La Torre de la Grulla amarilla es una de las cuatro grandes torres en China. Se encuentra junto al Río Yangtze, y tiene vistas a la ciudad de Wuhan, en la provincia de Hubei. Muchos poetas como Cui Hao y Li Bai, han escrito famosos poemas sobre la torre. Cuenta la leyenda que la torre fue construida en honor a un taoísta inmortal.

En la antigüedad, había un hombre llamado Xin que tenía una pequeña taberna. Un día, un hombre con ropas andrajosas llegó y le pidió un tazón de vino. El dueño no miró con desprecio al hombre por su apariencia y le ofreció un gran tazón de licor sin coste.

Durante los seis meses siguientes, el hombre iba cada día y le pedía vino, luego el Sr. Xin le servía cada vez sin mayor impaciencia.

Una vez el hombre le dijo al camarero: “Te debo mucho dinero por el vino, pero no tengo dinero para pagártelo”. Entonces sacó un trozo de piel de naranja del cesto que llevaba y dibujó una torre amarilla en la pared con la piel.

A continuación el hombre le dijo: “Aplaude cuando un huésped esté aquí, y la grulla bailará”. Entonces aplaudió y cantó para hacer una demostración, y la grulla en verdad salió de la pared y bailó siguiendo el ritmo.

Durante un tiempo la taberna se volvió famosa por el baile de la grulla. Muchos clientes iban para presenciar el milagro, y en los años venideros el Sr. Xin hizo una pequeña fortuna.

Un día, el hombre volvió otra vez con ropas haraposas. El dueño le agradeció y le ofreció ayuda económica para el resto de su vida. El hombre sonrió y le dijo: “No es eso por lo que he venido”. Luego sacó su flauta para tocar varias canciones. Mientras tocaba, las nubes descendieron desde arriba, y una grulla voló hacia ellos de entre las nubes. El hombre se montó en la espalda de la grulla y se fue volando hacia los cielos.

El Sr. Xin estaba muy agradecido al hombre, a quién tomó por un taoísta inmortal. Como agradecimiento, construyó una torre en el sitio donde el hombre y la grulla ascendieron, y la llamó la Torre de la Grulla amarilla.


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